pomabamba

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martes, 23 de febrero de 2010

FORTALEZA DE YAYNO Y KARWAY

Este artículo fue hecho por Roberto Ochoa B., y publicado en la Revista ANDARES, de La República, nosotros lo hemos recogido y se lo presentamos a ustedes, para que tengan una idea de la importancia de los restos arqueológicos de Pomabamba. Desde este portal hacemos nuestro llamado de conciencia a las autoridades, población en general, para preservar y cuidar nuestro legado historico.

En las cumbres cercanas a Pomabamba y Piscobamba, en la zona norte del Callejón de Conchucos, se yergue la enigmática fortaleza de Yayno y el complejo arqueológico de Karway, abandonados a su suerte pese a que su majestuosa arquitectura y la mitología local nos recuerda al cercano templo-oráculo de Chavín de Huantar, cuna de las civilizaciones andinas.



"No vas a creer dónde hemos estado" -nos dijo el experimentado montañista Felipe Varela Travesi, de la Asociación Llaqtayqa-Perú, mientras mostraba las fotografías tomadas por él y por nuestro colaborador Iván Gobea en una exploración por las alturas de Pomabamba, en el departamento de Ancash.
La primera impresión fue que se trataban de imágenes poco conocidas de Chavín de Huántar, pero grande fue nuestra sorpresa cuando comprobamos que el entorno paisajístico correspondía al poco conocido lado oriental de la Cordillera Blanca, a la "espalda" de los nevados Huascarán, Huandoy, Hualcán y Jancapampa.
Varela había recorrido las alturas cercanas a Pomabamba y Piscobamba, en la zona norte del Callejón de Conchucos (ver ANDARES Nº 78), siguiendo antiguos caminos prehispánicos que van y vienen por las cumbres y por las comunidades de Huayán, Asuhaj, Atapaccha, Ingenio, Huanchacbamba y Putaca.
Con mapas y brújula a la mano, Varela fue recogiendo testimonios de la población local, indicaciones de "ruinas" arqueológicas cercanas y comentarios orales de los ancianos antes de iniciar su travesía y llegar hasta la fortaleza de Yayno, ubicada a 15 kilómetros al sureste de la ciudad de Pomabamba.
Luego de cuatro horas de caminata y cuando el altímetro marcaba 4,200 metros sobre el nivel del mar, las expedición pudo vislumbrar las majestuosas edificaciones de Yayno, coronando una de las cumbres más altas de la zona.

Lo que más llama la atención es su semejanza arquitectónica con los edificios de Chavín de Huántar. Pero la construcción de sus murallas, su ubicación estratégica y la vista panorámica de las quebradas y vallecitos cercanos, dejan entrever su función militar. De ahí que sea conocida como la "fortaleza" de Yayno.
Una antigua leyenda cuenta que el mitológico KON ("el creador") fue la deidad que dio origen a las estirpes que conquistaron el callejón de Conchucos.
KON tuvo cuatro hermanos que moraban en el templo del Gran Pajatén: Yayno, Huantar, Pishco y Curunguy. Un buen día, KON les ordenó cruzar el río Marañón, rodear las montañas trasandinas y conquistar todo el Callejón de Conchucos.
Yayno, el guerrero, dirigió las conquistas y edificó una imponente fortaleza en las alturas de Pomabamba. Huantar, el sacerdote, construyó el famoso templo-oráculo de Chavín, que se convirtió un lugar de permanente peregrinación. Pishco, el administrador, diseñó el gran poblado o Llaqta ubicado en las alturas de Piscobamba, provincia de Mariscal Luzuriaga. Curunguy, el comerciante, pobló por las zonas de Cabana y Corongo, en el extremo norte del Callejón de Conchucos.
Los expedicionarios comprobaron que la fortaleza de Yayno está dividido en tres plataformas unidas por una gran escalinata (algunas destruídas) que une tres pórticos de ingreso a cada una de las plataformas.



El primer pórtico fue construído con moles de piedra de tres metros de altura que permite el acceso a la primera plataforma, erigida sobre una muralla de piedra que rodea todo el complejo.
En la segunda plataforma está "el palacio", un edificio rectangular construído con grandes piedras formando murallas de 15 metros de alto y 50 metros de lado. El otro edificio semeja un gran "almacén" circular de 25 metros de diámetro y muros de 12 metros de altura, construídos con la misma técnica usada en Chavín de Huantar. En la base se pueden ver rocas talladas que fueron rellenadas con lajas de piedra y argamasa de color amarillo.
Al tercer umbral se sube por la misma escalinata de piedra que asciende hasta la parte más alta de la "fortaleza", donde aun se pueden observar los restos de un enorme torreón, ahora destruído, de 30 metros de diámetro con su portal de ingreso orientado hacia el este. Y es precisamente desde aquí donde se divisan el lado oriental de la Cordillera Blanca, resaltando los picos del Huascarán, Huandoy, Hualcán y Jancapampa.
Siguiendo un viejo camino que apunta hacia el suroeste y luego de dos horas de duro trajín, la expedición llegó al complejo arqueológico de Karway o Qarwaj, sobre los 3,500 metros sobre el nivel del mar.
En algunas zonas de Conchucos, Qarwaj se usa para definir a los frutos maduros. Para otros es el color intensamente naranja que cubre el cielo andino a la hora del crepúsculo. Pero Qarwa también es un vocablo para definir el lugar donde están las reliquias de oro (coriqarwa).


Sintomáticamente, en la zona se dice que el enigmático torreón de Qarwaj estuvo rodeado por un alambre de oro que fue robado a mediados de éste siglo.
El complejo arqueológico está dividido en cuatro sectores: las viviendas (destruídas en un 90 por ciento), la zona de los sacerdotes, la zona de chullpas y cementerio -construída alrededor de una enorme piedra- y la misteriosa construcción circular a la que Felipe Varela prefiere denominar el "observatorio astronómico".
Pese al grado de destrucción, aun se puede gozar la magnífica arquitectura del "observatorio", que alcanzó 12 metros de altura y 15 de diámetro. Su pared fue levantada con lajas y piedras sin pulir unidas con argamasa de color rojo. Tuvo un gran pórtico de ingreso y en su interior aun se puede desniveles o escalinatas a manera de anfiteatro, con dos ventanas orientadas hacia el sur (¿apuntando hacia la Cruz del Sur o Chakana?) y 16 ornacinas colocadas como dejar pasar los rayos del sol en determinadas temporadas del año.

Con más preguntas que respuestas en mente, pero maravillados por la monumentalidad de ambos complejos arqueológicos, Felipe Varela e Iván Gobea han prometido volver no sin antes convencer a las autoridades y pobladores de la zona para que resguarden la zona, pues sus piedras y murallas han sido pintarraheados con grafitis, y se pueden observar las huellas de recientes huaqueos.
Para visitar esta zona lo mejor es pernoctar en Pomabamba (3,000 msnm) que cuenta con los servicios básicos y modestos alojamientos. Se puede llegar siguiendo la ruta del Gran Chavín (ver ANDARES Nº 78) Lima-Catak-Chavín-Huari-Pomabamba. O por el Callejón de Huaylas partiendo de Huaraz, siguiendo por Yungay, Yanama, Piscobamba y Pomabamba.

2 comentarios:

  1. pomabamba CHILENA COMO TU... ANCASH MUERTO DE HAMBRE IGUAL, SIHUAS CAPITAL DE ANCASH nO!!! POMABAMBAPAIS SI!!!!!
    CHILE NUESTRO PAIS NOS PROTEGERA POR AHORA,,,POMABAMBA REBELDE COMO TU PAIS NUEVO INDEPENDIENTE!

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  2. NO ALA VIOLENCIA EN POMABAMBA! NO ALA MUERTE POR GUERRA POR QUITIMO DE TIERRAS!! POMABAMBA NO ES NI PERU NI SOCSI

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